Durante la crisis sanitaria del coronavirus, los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTES) han sido la herramienta de gestión laboral más utilizada por las empresas. A mediados de 2020, llegó a afectar a 3,4 millones de trabajadores por cuenta ajena en España y otros países de la Unión Europea.
Los ERTES han demostrado ser muy útiles, razón por la cual el Gobierno ha renovado los requisitos administrativos de este mecanismo. Ante la gran crisis que atraviesa la economía mundial, las organizaciones han seguido reduciendo los despidos colectivos, al tiempo que han incrementado el recurso a los ERTES.
Evolución del número de ERES: causas
En la crisis de 2008, las empresas utilizaron los expedientes de regulación de extinción de empleo (ERES) como vehículo para combatir la caída de la actividad. Sin embargo, en los últimos años, y especialmente desde el inicio de la pandemia del covid-19, las compañías han apostado por los ERTES en detrimento de los ERES.
En los meses de marzo y abril, los empleados afectados por los ERTES volvieron a aumentar por encima del 30 % interanual en España. Por el contrario, los despidos en ERE descendieron por encima del 63 %, en comparación con el mismo periodo de 2021.
Los motivos que alegan las organizaciones para hacer ERTES son una muestra clara de que la formas de hacer frente a las crisis están cambiando. Alrededor del 70 % de los ajustes temporales alegan como causa los problemas de producción puntuales.
En lo que respecta al tamaño de las compañías, la mayor parte de las que han recurrido a los ajustes de empleo en los cuatro primeros meses de 2022 tenían menos de 50 trabajadores.
En definitiva, existe una clara tendencia de las empresas hacia los ERES como mecanismo de gestión laboral en detrimento de los ERTES.
-
Entrada anterior
¿Qué ocurre si pasas 9 meses o más en ERTE?
-
Siguiente entrada
¿Qué plazo hay para impugnar un despido objetivo?