Los trámites tras la muerte de un ser querido son un poco complicados y, además, hay que realizarlos en un mal momento. Uno de estos trámites es la partición de herencia cuando hay varios herederos.
Partición de herencia
Es el proceso por el cual se reparten los bienes que figuran en el testamento de la persona fallecida entre los herederos. En ocasiones, ya viene establecido el reparto y este se ha de ajustar a la normativa vigente. En otras, cuando no hay testamento, tras la declaración de herederos se hace inventario de los bienes y se procede igual.
Aunque no tiene por qué ser un trámite complicado, es cierto que a veces surgen inconvenientes. Por ejemplo, si uno de los herederos está ilocalizable, no es posible realizar ese reparto. Lo mismo ocurre cuando no hay acuerdo entre ellos y no es posible efectuar el acto de aceptación o de rechazo.
Pasos para el reparto de herencia
Lo habitual es que este proceso se realice ante notario. La documentación consta de las siguientes partes:
- Identificación de los herederos que van a firmar la partición.
- Detalle de las circunstancias personales del testador y las causas de su fallecimiento.
- Realización y tasación del inventario de los bienes y deudas.
- Liquidación de los impuestos correspondientes.
- División y reparto del activo resultante en las partes correspondientes.
Aunque no existe plazo concreto, la justicia suele conceder un máximo de 30 años. Por otro lado, la liquidación de tasas puede estar sujeta a plazos temporales. Por ejemplo, los bienes inmuebles y el impuesto de sucesiones deben liquidarse en un plazo máximo de seis meses, aunque con derecho a prórroga por otros seis.
En definitiva, el reparto de herencia es uno de los trámites centrales tras la muerte de un familiar si eres heredero o legatario. Lo habitual es acudir a personas especializadas que faciliten su ejecución.
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